La
disciplina Diseño de Información se encarga de diseñar,
crear y producir información digital, cuyo componente principal
es el documento digital, orientado al usuario final.
Se trata de una disciplina eminentemente pragmática, basada principalmente
en la experimentación y en la adquisición de conocimientos mediante
la práctica.
Los
fundamentos del Diseño de Información hay que rastrearlos en los
especialistas en presentación visual de la información, en el
diseño de herramientas y métodos de presentación gráfica de datos,
como propone Tufte. A su actividad ha venido a añadirse el estudio
de las interacciones hombre-máquina, el diseño de las interfaces
de usuario, los métodos de documentación técnica y de escritura
estructurada, y los principios de organización y acceso a la
información en entornos digitales, derivados en gran parte
del corpus teórico de las Ciencias de la Información y la Documentación.
La
interactividad es un componente fundamental del Diseño de
Información. Los documentos digitales incluyen la interactividad
como herramienta básica de comprensión del contenido y de la estructura
informativa. Esta interactividad, y la propia dinámica del ciclo
de vida del documento digital, hacen que éste sea cambiante, activo,
lejos de la perspectiva estática del documento tradicional. La
información digital no es estática: es dinámica, cambiante, interactiva
y proactiva. Como ha señalado Jeff Raskin, "La información no
puede ser diseñada; lo que puede diseñarse son los modos de transferencia
y las representaciones de la información."
El
Diseño de Información se centra en la investigación de métodos
para producir información digital,
y en el diseño y creación final de esos productos. Se trata
de una actividad principalmente informativa y comunicativa, cuyo
destinatario final es el usuario/lector, y cuyo medio es el documento
digital, construido dentro del marco de una arquitectura
de la información.