Este mes he aprovechado para ver con tranquilidad la serie Firefly (en Wikipedia, IMDb y scifi.com). Hace un tiempo ví la película resultante, Serenity, y no quedé muy satisfecho (lo reseñé en un post del antiguo blog). Ahora prometo que volveré a verla. Sin embargo, y a pesar de mi prevención, lo cierto es que Firefly me ha ido ganando rápidamente, y la pena es que la cancelaron con 14 episodios. Audiencias mandan. Claro, para las televisiones es más rentable «cachuli» o similares, mentes que apasionan al público inteligente y cultivado…


Serenity es el nombre de la nave, del tipo Firefly, qye da nombre a la serie. En la nave se reúne un variado conjunto de personas, todas con algo en su pasado que les atormenta, les pesa, o simplemente quieren ignorar. Tras perder la guerra contra la Alianza, una unión de planetas centrales unificadores y casi todopoderosos, las áreas marginales del sistema planetario, lugares sin ley y abandonados a su suerte, son la zona en la que se mueven, trapicheando y contrabandeando, intentando con ello conseguir el dinero para seguir viviendo, porque hacerse ricos, como que no…

La frontera es un ideal, un espacio, una ilusión, que ha marcado la cultura estadounidense. En Firefly la frontera es el espacio vital en el cual vivir. No hay oportunidades en los planetas centrales, y menos para los tripulantes de la nave, marcados por diferentes motivos, desde la guerra, al secreto más íntimo, pasando por ser fugitivos de misteriosos perseguidores. En este sentido, los paisajes y los temas de la serie son poderosamente herederos del western: paisajes áridos y amplios, polvorientos. Armas, ropas… los protagonistas viven en una nave muy lejana del glamour trekkie, en pequeños camarotes que convierten en sus hogares. Y como personas en el límite, tienen sus personales problemas de moral, amor y deseo, en un pequeño espacio que les defiende de un entorno hostil y frío.

Más detalles se pueden encontrar en este post, ya un poco antiguo. La sonrisa de la mecánica Kaylee (Jewel Staite) la he vuelto a encontrar en Stargate Atlantis. Yo me quedo con Malcolm Reynols, un tipo estilo John Wayne, porque, al igual que en Firefly, donde yo trabajo ya sólo queda vivir en la frontera y hacerse un escudo de cinismo para intentar mantener un poco de ética.