Me lo he pensado muy mucho antes de escribir una entrada sobre la nueva película de la saga, o pre-cuela, como dicen ahora. ¿Precuela? pues no, no cuela. Fuí a verla en pantalla grande, pagando mis buenos euros, porque estos espectáculos hay que verlos como hay que verlos. He dejado pasar unos días, para ver si podía digerir tamaño dislate, y al final he podido. ¿Y luego quieren que paguemos por ver estos blufs? A quien tendrían que pagar es a los aficionados al cine, por tener que tragar con semejantes engendros. Hoy en día cualquier mediocre se considera el sumun de la cultura, sea cine, literatura o tertuliano televisivo. Creo que se nota que no me ha gustado…


Es un pataleo, lo reconozco, pero es que la película no hay por donde cogerla. Empezando por el guión: más previsible, imposible, plano, aburrido, sin ningún tipo de inteligencia ni talento, lo más que parece es un relato corto de esos que se escribían en el instituto. A los cinco minutos ya sabía quién era el malo, qué iba a pasar, y cómo iban a ganar los buenos. Pero si es que todo lo que cuenta ya lo hemos visto antes en otras películas y episodios de la saga. Tal y como es el jolibú actual, esta falta de talento e imaginación se envuelve en trepidantes escenas de acción, bastante previsibles, para disimular la carencia de cualquier valor cinametográfico, se hace una campaña de marketing insistente, se usan críticas de sesudos comentaristas sin idea de cine, y ya parece el no va más del séptimo ¿arte?.

Si el guión es plano, de los personajes mejor no hablar. Kirk es el típico chulito sin talento, tan común en nuestros días. Uhura es la típica pija sin cerebro, preocupada por contonearse durante toda la película, sin oficio ni beneficio. El doctor parece un meapilas de tres al cuarto, sin ninguna personalidad. Scotty carece totalmente de esa flema irónica británica del original, y se acerca más a los repelentes jasp de los anuncios de coches. Lo del ruso y su acento, mejor dejarlo para los chistes. Y que decir de Spock… mejor no digo nada, pero espero no volver a este «repelente niño Vicente». Esto parece Sensación de vivir… y el malo, ah, pero ¿había malo? Y con estos personajes pretenden acercarse al público actualpues igual tienen éxito y todo, porque descerebrados que no tienen ni idea de lo que ven ni de lo que hablan cada vez hay más.

Todo esto pasa cuando, con la galopante falta de aire fresco que sacude a la industria cinematográfica estadounidense (ojo, industria, que no cultura), se acude a cualquier iluminado de dudosa calidad para intentar reflotar la franquicia. Pueso a mí, como aficionado, esto me ha parecido una traición y un disparo a la línea de flotación. No contentos con reventar Enterprise con unos capítulos finales para olvidar, ahora intentar recuperar el filón llamando a J.J. Abrams. Este individuo es culpable de perpetrar lloreras como Felicity, de copiar a Julio Verne (La isla misteriosa) en Perdidos, aderezada con misterios tipo Alias (lo único interesante que ha hecho), y de aburrir hasta al propio monstruo en Monstruoso. Por no hablar de Mision Imposible III, que para algunos es la mejor de la saga (es lo que tienen los cócteles pagados, que nublan la vista), pero que me parece un tostón de tiros bastante infumable.