Cometí el tremendo error de ir a ver Prometheus al cine, y gastarme mis buenos euros. Dinero desperdiciado. Ya había leído alguna crítica demoledora sobre el engendro, pero, bueno, los críticos españoles de cine no son muy de sci-fi, así que hay que cogerlos con precaucación… pues se quedaron cortos, y fueron caritativos. Prometheus es un infumable bodrio, sin ningún valor.

De una película de sci-fi puedes defender o la idea-guión, o la interpretación, o los efectos especiales. En este caso, no hay nada que pueda salvarse. EL DRAE tiene un par de palabras alguna de cuyas acepciones vienen al pelo para esto:

  • Bodrio: Cosa mal hecha, desordenada o de mal gusto.
  • Engendro: Plan, designio u obra intelectual mal concebidos.

La historia, es plana, con lagunas entre los diferentes apartados, no tiene tensión, ya que en cada momento sabes (o intuyes al 90%) lo que va a pasar en la siguiente. A los 10 minutos de comenzar la película, ya sabes que el viejo va escondido en la nave, que no se va a salvar ni el apuntador, que hay una nave escondida, con muy malas intenciones, bajo esa arquitectura pseudo Lovecraft. Sabes que el bicho va a saltar a la cara de los muy pardillos, y sabes que los alienígenas son muy, muy malos. Entre tanto, viajes sin sentido por unas cuevas teóricamente laberínticas, que nada más verlas la primera vez se sabe son circulares, carreras histéricas de la nave a la cueva y viceversa, como pollos descabezados, y una falta de inteligencia casi completa en los personajes.

¿Personajes? Mira que me gusta Charlize Theron, pero aquí es un florero meramente ornamental, interpretando su papel con una cara de «a ver cuándo acaba este desastre», que lo dice todo. Noomi Rapace siempre me ha parecido una boba con suerte; fui incapaz de encontarle el punto en Millenium, y aquí alcanza el punto culminante de su carrera cuando pronuncia una frase para la eternidad: «Es una invitación», mientras pone una cara de pánfila arrobada, que no pude reprimir la risa en el cine. El guión era verdaderamente lamentable en sus diálogos, pero esta chica lo mejoraba, con sus frases tópicas del cine de hace 20 años, su inseguridad en tomar decisiones, y su falta de fuerza y de vigor. Fassbender, para androide no vales… dicen que también salía Guy Pearce, pero igual estaba escondido en algún compartimento. Del resto de paseantes por los planos, nada destacable. Idrias Elba, en su línea del mismo papel siempre…

Bueno, ¿y los efectos? Pues nada nuevo ni especial, que no se haya visto antes. Mundo desértico estilo líneas de Nazca, nave fashion estilo Star Trek New Generation, arquitecturas estilo Lovecraft. Aterriza y despega. Gran explosión rodante, increíble (no por su calidad) en su ejecución, desarrollo y resultado. Y además nos quieren estafar con una segunda parte… pues a mí me pueden esperar sentados. A Ridley Scott se le olvidó hace bastante tiempo lo que es hacer cine.  Sus películas de los últimos años se mantienen por la calidad de sus actores. Cuando esta falta, se ve la carencia de ideas y de empuje. Se le debió gastar toda en Alien, Blade Runner (sobrevalorada a mi juicio) y Legend.