Junio y Julio han sido los meses de Stargate Universe. hacía tiempo que le seguía la pista, pero no podía imaginar que la acabaría viendo en Neox, cosas de la vida. Después de engancharme con SG Atlantis, y ver a posteriori SG-1 (excepto las dos últimas temporadas, bastante infumables, no puedo tragar a los Orii), la presencia de Robert Carlyle, y el lema de la serie «gente equivocada en el lugar equivocado», prometía…

Y la verdad es que me ha gustado. SG necesitaba un vuelta de tuerca. El modelo de serie de los 90 de SG-1 estaba agotado. SG Atlantis fue un nuevo soplo, introduciendo el fondo del destino lejano con dificultades de aislamiento, y con un enemigo que no esclaviza, que simplemente devora, porque va en su naturaleza. El final fue un poco «pillado», pero bueno, quizá hubiese aguantado una temporada más. Pero SU es nuevo, es oscuro, es complicado, es amargo, es difícil… la supervivencia es el objetivo, la exploración es una obligación, el viaje es un castigo. Se acabaron las amables y aventureras exploraciones de las SG. Aquí el problema no son alianzas ni civilizaciones: el objetivo es seguir vivo un día más, con la lejana esperanza de encontrar una forma de volver a casa.

Y el grupo de personas perdidas no es un grupo ideal. La tensión entre militares y civiles cada vez es más fuerte, hasta el punto de llegar al enfrentamiento físico. Hay carencias de alimentos, medicinas y recursos. No hay civilizaciones amables: sólo unos insectoides amenazantes cuyo objetivo es abordar la astronave Destino, por razones que se desconocen. La Destino es una nave antigua de los Antiguos… muy antigua, con un halo primigenio. Automatizada por completo, sigue un ruta que otros trazaron para ella, sin saber ni el origen ni el final. Sus fallos, debido a su desgaste, comienzan a ser frecuentes. Y es un ente cerrado: no se deja manejar ni influir, ignora a los humanos, como meras molestias menores. Su única rutina es detenerse y abrir portales temporales a mundos desconocidos, de una duración limitada.

La sci-fi de estos últimos años refleja el mundo actual: sucio, complejo, inhumano… se acabó el espacio amable de la década de 1990. La crisis de la década de 2000 se refleja en la sci-fi, Nada es perfectamente blanco o negro, son tonalidades de gris. Quizá las series de estos últimos años me recuerdan al ambiente opresivo de la sci-fi de la Guerra Fría.

La forma de llegar y salir de la Destino es abrir su portal con 9 signos, si se tiene la energía suficiente para ello, ya que el salto a las lejanas galaxias exige mucho más Naquadria que lo normal. Pero una nueva alianza tiene la clave para llegar a la Destino y apoderarse de ella…. esto queda para la segunda temporada, en septiembre… mientras tanto puedes ller más en: