La sci-fi ha sido un campo abonado para poder mostrar diseños futuristas de objetos, que en ocasiones se han vuelto clásicos, o que hoy en día tienen un sabor netamente vintage, como cuando visionas una serie de los 60 o 70. En particular, los robots y las computadoras han sido especial objeto de interés. Los modelos cuadrangulares y o cilíndricos de los robots de los 50 y 60 eran, la verdad, poco estilosos, y los colores sicodélicos de los cuadros de mando de las computadoras eran de los más navideño. Hubo que esperar a 2001, como no podía ser menos.

2001, entre otras muchas virtudes, introdujo el diseño elegante en el cine de sci-fi. Si hay algo verdaderamente cuidado en el cine de Kubrick, es el aspecto visual.  A partir de este momento, en la sci-fi distingo tres corrientes visuales: la de diseño limpio y purista, la del entorno de todos los días, y la del sucio industrial. No hace falta explicarlas, porque se definen a sí mismas. Lo que sí es importante es que el cine y las series de sci-fi han continuado siendo un escaparate para proyectar modelos futuristas de diseño de objetos, desde electrodomésticos a coches, y, como no podía ser menos, computadoras y robots.

Por serendipia he ido a descubrir sendas entradas en el blog de diseño gráfico SixRevisions dedicadas a computadoras y a robots. Los diseños futuristas de computadoras, como usuario tiempo completo de la herramienta, me han gustado, pero no suponen un cambio novedoso: todas siguen el esquema de teclado para interactuar con la máquina, y una pantalla de presentación. Eso sí, las pantallas cada vez más grandes y extensibles, que siempre se quedan pequeñas. El efecto pantalla de Minority Report permanece…

Los robots son el otro clásico. Hay para todos los gustos, voladores, no voladores, más humanos, menos humanos…lo que no termino de entender es la fijación con que los diseñadores abordan la cuestión: tienen que tener una forma que recuerde a la de un humano: cabeza, tronco y extremidades. Se nota que son diseñadores: basta con ver los robots de la NASA que exploran Marte para darse cuenta de que cumplen el clásico «la forma sigue a la función» y no al revés.  La otra fijación es que llevan armas, porque se presupone que su misión implicará algún tipo de violencia. Vamos, que para que vamos a perder el tiempo explorando, es mejor liarse a golpes como los Transformers… hace poco ví un interesantísismo documental sobre los robots lunares soviéticos, y esos sí que tenían innovación e imaginación.