Jupiter Ascending (El ascenso de Júpiter) es otro infumable tostón perpetrado por los incomprensiblemente afamados hermanos Wachowski. Por si no teníamos poco en 2015, otra buena idea que se queda en un vacuo espectáculo visual. Aunque a mí no me apareció el espectáculo por ningún lado…
Y es que las pseudofantasías de princesas extraterrestres, imperios galácticos, herencias genéticas y secretos del pasado, con todo lo que hemos visto y leído de ciencia-ficción desde el pasado siglo XX, deben ser muy, muy buenas para destacar, incluso para ser simplemente correctas. Y Jupiter Ascending no cumple con su misión en ningún caso. Ni siquiera entretiene; es un tostón bastante insoportable. Son simplemente millones y millones de dólares gastados en artificios y mentiras visuales, que enganchen al público, con la única misión de engañarle.
Porque la película es un engaño completo: no hay por donde cogerla. El guión es confuso; la acción, irregular; los diálogos, bastante estúpidos; el humor, banal y facilón. Un dechado de virtudes cinematográficas. Toda la película está destinada a rellenar durante un rato mentes simples y sin complicaciones: niña mona que pasa de los lavabos a la realeza, chico guaperas sin cerebro que se pirra por ella, salvación para los que dudaban arrepentidos, destino aciago para los malos. American way of life, diría alguno.
También hay alguna crítica que le reconoce valor a la película. Realmente, cada uno tiene su respetable opinión, pero ¿tanto como para calificarlo de ejemplo de space opera al estilo de las películas de los años 40? No es bueno tomar psicotrópicos cuando se escribe, a no ser que seas practicante de la escritura automática o alguna otra técnica creativa. Y es , disculpadme periodistas de cine, pero muchos de los que redactan críticas no saben ni del tema que escriben, o se limitan a copiar críticas almibaradas en inglés, preparadas previamente por las major. No hay otra explicación.
¿Malvado? he sido caritativo: lee, por ejemplo, la crítica de JotDown…